martes, 1 de noviembre de 2011

La Guitarra en el Perú- Bases para su Historia, Publicaciones 8.







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Allí encontrarás nuestras publicaciones y novedades sobre Guitarra Clásica, Diseño Gráfico, Décimas y Narrativa.

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La Guitarra en el Perú Bases para su Historia


El 11 de mayo de 2004 y en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano de Miraflores, se presentó el libro La Guitarra en el Perú- Bases para su Historia. En el campo de la investigación del Arte y de la Música Peruana este trabajo de Octavio Santa Cruz es un esfuerzo sin precedentes que logra rescatar y mostrar por primera vez aspectos desconocidos de nuestra herencia cultural. Con la aparición del libro La Guitarra en el Perú queda diseñada la Historia de la Guitarra Peruana en sus personalidades más significativas, es decir, desde Matías Maestro en la Colonia y Pedro Tirado en la República hasta Juan Brito y Oscar Zamora en el siglo XX. La Guitarra en el Perú aparece publicado con el aval académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La presentación y los comentarios estuvieron a cargo de connotadas personalidades de nuestra cultura : Martha Barriga, Armando Sánchez Málaga y Oscar Zamora. La doctora Martha Barriga Tello es coordinadora de la Maestría y el Doctorado en Historia del Arte y Patrimonio Cultural en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; La Doctora Martha Barriga presentó la aparición del libro La Guitarra en el Perú en el contexto de la evolución de la Historia del Arte en nuestro país. El maestro Armando Sánchez Málaga es Director del Centro de Estudios, Investigación y Difusión de la Música Latinoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Director de nuestra Orquesta Sinfónica Nacional; al referirse a La Guitarra en el Perú, el Maestro Armando Sánchez Málaga destacó los aportes de este texto a nuestro patrimonio y a la investigación musical en el Perú. El concertista y profesor de guitarra Oscar Zamora mencionó las diversas contribuciones del autor al repertorio de la guitarra peruana, así como la trascendencia de esta publicación y en especial para los estudiantes y cultores de la guitarra . Citaremos aquí algunos pasajes de este libro: “ En 1962 yo era un estudiante de guitarra, alumno del maestro Juan Brito en el Conservatorio Nacional de Música y en consecuencia me encontraba inmerso en los problemas relativos a la técnica de la guitarra de concierto ... ... Hasta 1968 aproximadamente frecuenté las reuniones sabatinas en casa de don Fernando Rodríguez, allí concurrían aficionados, lo más selecto de nuestro reducido medio guitarrístico limeño; entre estos conocedores de lo clásico destacaba como una flor rara el toque folklórico del joven Raúl García Zárate...” “ ... desde principios de siglo, aquí como en todas partes, la formación de los guitarristas -por principio académica- estuvo fuertemente signada por el tradicional divorcio entre arte culto y arte popular... Entre ambas corrientes esbocé débilmente una pregunta: “¿Qué pasa con la música peruana?”. De mis recientes amigos recibí la explicación que todos aceptábamos como una realidad: “No existe repertorio escrito de música peruana para guitarra" , p. 16 Iniciada la recopilación, los resultados empezaron a verse en las siguientes décadas : “...Y fue necesaria la historia, la metodología y una gran dosis de romanticismo. Antes de decidirme a emprender esta tarea, imaginaba que habría de ser como intentar armar un rompecabezas sin saber siquiera si las piezas existen. Este rastrear exhaustivo dio sus resultados. En 1985 y 1986 toqué en público presentando algo de lo encontrado. Los programas de estos recitales estuvieron compuestos totalmente de estrenos. Y cada vez que actué me dirigí a la platea invitando a los aficionados a colaborar con mi meta, diciendo que era “como reunir las páginas dispersas de un libro que algún día habría de llamarse La guitarra en el Perú”., p. 22 Este trabajo se detuvo en 1992 al tomar la forma de una tesis que su autor presentó para optar el título profesional de licenciado ante la escuela académico-profesional de Arte de la facultad de Letras y Ciencias Humanas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.















Esta es la parte 2 del libro “La Guitarra en el Perú”. Y en rigor, no es una continuación. Este material que fue recopilado desde los años 60, formó parte de la tesis que se redactó desde 1984 y que finalmente se sustentó el 13 de enero de 1994.

La Guitarra en el Perú, Publicaciones 7, Pedro Ximénes Abril Tirado,


El maestro Oscar Zamora, con Allin Machuca, Jorge Paz y Juan Carlos Arancibia

Los minués para guitarra de Pedro Tirado
fueron presentados en calidad de Estreno absoluto
el 15 de octubre del 2004, a las 19 horas, en el Conservatorio,
con una reseña introductoria por el profesor
Oscar Zamora y la interpretación de una selección de los minués
por Allin Machuca, Jorge Paz y Juan Carlos Arancibia,
jóvenes instrumentistas, alumnos de la sección superior
del Conservatorio Nacional de Música del Perú.
Pedro Ximénes Abrill y Tirado, nació en Arequipa en 1780,
compuso Misas, Yaravíes, Sinfonías, Conciertos, etc.
publicó en París una colección de
100 minués para guitarra.

... según Alcedo, su contemporáneo:
" ... Tirado era el mejor talento músico del Perú ".
Pese a su importancia,
lo cierto es que su música no había sido escuchada hasta ahora por nuestro público.
“...y así como en su momento entregamos al público las obras de El cuaderno de vihuela de 1830, también en 1985 pudimos presentar en calidad de estreno varios minuetos de Tirado que nos fueron proporcionados por Nestor Guestrín...
Lo curioso es que el primer contacto con este investigador y guitarrista argentino fue una carta que él envió al Conservatorio tratando de hacer contacto con músicos peruanos que pudieran ampliar la información que él tenía. A la larga las copias de los minuetos que nos envió resultaron ser más de lo que teníamos, de modo que fue gracias a Néstor Guestrin que la música de Pedro Jiménez Abril Tirado se escuchó en Lima por primera vez, al menos en lo que refiere al siglo XX, por lo cual hacemos aquí público nuestro agradecimiento.” , La Guitarra en el Perú-Bases para su historia, p. 51

En el recital La guitarra en el Perú - Instituto Cultural Peruano Norte Americano, 17 de Julio de 1985 - pudimos presentar en calidad de estreno varios minuets de Tirado.
( Ver El Comercio, Lima 13 de julio de 1985 )
Ahora, nuestra publicación de los minués de Pedro Ximénes Abril Tirado
aspira a llenar un vacío en la Historia de la Música del Perú en particular
y a enriquecer el repertorio de la Guitarra Clásica en general.

Este estreno de los minués para guitarra de Pedro Tirado
también se presentó
el 03 de noviembre a las 12 del día, con el mismo programa y
dentro del ciclo Temas de Arte, organizado por
la Escuela Académico Profesional de Arte
y el Departamento de Arte,
en el Auditorio de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.


La Guitarra en el Perú se complace en ofrecer
a todos los estudiantes, aficionados,
investigadores, estudiosos de nuestro instrumento,
y a la comunidad guitarrística en general
los Minués para guitarra
de Pedro Tirado.

La Guitarra en el Perú, Publicaciones 6, Obras Escogidas


El cuaderno de partituras y el CD MIDI “Obras escogidas” ilustran la publicación del libro
La guitarra en el Perú, bases para su historia.
Contiene veinte temas que representan una visión de
la producción de partituras en el Perú desde la Colonia hasta la actualidad
y desde la Guitarra Clásica hasta el Folklore :
Matías Maestro, Fandango /
El libro de zifra, Minuet de Landabere /
El cuaderno de vihuela, Minuet N 1 /
Pedro J. Abril Tirado, Minué 51 /
Máximo Puente Arnao, Grati ricordi- mazurca /
Robles, Los mártires de Arica- vals,
Robles, Un adiós- yaraví,
Robles, Al partir del amor- yaraví,
Robles, La cárcel me han ofrecido- yaraví /
Juan Segundo Collao, Tristeza andina- música de Carlos Valderrama /
Pedro Cordero y Velarde, Que los cumplas muy felices- vals /
César Espinosa, Marinera en Amancaes /
David Sánchez Moreno, Conima amttana,
David Sánchez Moreno, Jiwatos jakatos panisaki- sicuri,
David Sánchez Moreno, Kitula /
Germán Morón Silva, Claro de luna- vals- música de Di Lorenzo /
Víctor Echave, Andina Nº 4 /
Víctor Toledo, B. Soledad /
Osmán del Barco, Nostalgia- música de Oscar González ,
Osmán del Barco, La vendimia- música de Manuel Aguirre.
Este CD constituye una versión sucinta de la Historia de la Guitarra del Perú
en una selección de sus autores más representativos.

La Guitarra en el Perú, Publicaciones 5, Aires Costeños Nº 2


Este cuaderno con temas de la Costa del Perú
para una, dos y cuatro guitarras
se presentó a nuestro público
en marzo de 2005.

Aires Costeños Nº 2 contiene
el vals "Querubín",
el vals-mazurca "Entre las flores",
el "estudio al Claro de luna" para tremolo
y temas del folklore afroperuano como
la Conga,
el Toromata,
dos panalivios,
una canción de cuna con variaciones hacia el festejo,
el "Son de los diablos" para dos guitarras
y la Mozamala, esta vez para cuatro guitarras .

La Guitarra en el Perú, Publicaciones 4, Aires Costeños


con Juan Brito Ventura.
Profesor 1982 del Conservatorio Nacional de Música.

Aires Costeños es una breve Antología del Folklore Afroperuano,
recoge la música de danzas tradicionales de la población negra
de la Costa del Perú
y las transcribe para una guitarra
con el propósito de insertar temas de nuestra Tradición Afroperuana
al repertorio de la Guitarra Clásica del Perú.
Es la primera publicación de la serie Guitarra Negra,
y se inscribe en el proyecto de recopilaciones y transcripciones
llamado "La guitarra en el Perú".
Contiene : Zamba Landó, Danzas de los Negritos de El Carmen,
Panalivio No 1, Villancico y festejo, Mozamala, Festejo, Valse criollo, Zaña.
Se público en febrero de 1983 bajo los auspicios del Patronato Popular y Porvenir
Pro Música Clásica. Ha sido considerada obra de Interés Nacional.

Aires Costeños fue prologado por Juan Brito
paradigmático Maestro de la Guitarra Clásica en el Perú:

"... Considero una tarea de las más importantes,
en cuanto se refiere al estudio de la cultura en nuestro país,
recopilar la música tradicional con el afán de estudiarla, analizarla y difundirla,
llenando así un vacío existente en nuestro medio musical
y en especial en el guitarrístico...
Por sus altas cualidades artísticas,
heredero por tradición familiar de polifacéticas virtudes
no sólo como ejecutante de nuestro maravilloso instrumento,
ahora nos regala con sus partituras para guitarra.
Octavio Santa Cruz cumple así una tarea que, a no dudarlo,
tocará las fibras sensibles de quien tenga el placer de leer o escuchar
las obras que contiene este álbum".

* Agotada la primera edición,
la reedición en 2005 presenta una nueva versión de la Zaña,
en tanto la Suite de Danzas de los Negritos, al prescindir de signos de repetición tiene ahora doce páginas .

La Guitarra en el Perú, Publicaciones 2, El cuaderno de vihuela de 1830


El Cuaderno de Vihuela es un manuscrito anónimo,
es un pequeño pero representativo cuaderno que data e incrementa
el repertorio de la Guitarra Clásica del Perú,
nuestra revisión ha sido publicada bajo el sello de la Biblioteca Nacional del Perú.
La edición contiene
dos rondós,
un andante,
ocho minuetos
y una sonata;

El Cuaderno de Vihuela lleva el prólogo de Oscar Zamora, joven maestro
cuya labor es trascendental para las actuales generaciones:
" En la Historia de la Guitarra Peruana el nombre de Octavio Santa Cruz
ocupa ya un lugar especial.
Sus constantes aportes en las diversas ramas del conocimiento musical
y guitarrístico lo distinguen del resto de instrumentistas.
Composiciones, arreglos, transcripciones, investigaciones y ensayos
sobre la guitarra peruana son realizados con el estricto rigor académico
que le caracteriza sin que por ello se pierda la esencia de sus fuentes.
Octavio Santa Cruz con este «Cuaderno de Música para Vihuela, 1830»
nos ha legado un valioso aporte a la investigación de nuestro pasado musical
y una vez más nos provee de oportuno material de estudio,
ampliando el escaso repertorio de música peruana para guitarra.
Este libro es imprescindible no sólo para el investigador,
sino que se convierte en una obra de consulta para el profesional y pedagogo,
puesto que técnicamente las piezas que conforman este volumen,
se han agrupado en orden de dificultad, donde llegamos a encontrar material digno de ser tocado en salas de concierto...
Con esta publicación, todo guitarrista, desde el principiante hasta el más erudito,
resultará enriquecido debido al eficaz trabajo e inmenso amor a la música
que ha puesto en su edición Octavio Santa Cruz,
labor por la que debemos quedarle muy agradecidos".

Oscar Zamora C.
Presidente de la Asociación Peruana de la Guitarra. 1996
* La edición está agotada.
La reedición -corregida- se encuentra en trabajo.

lunes, 31 de octubre de 2011

Familia Santa Cruz 5 César


César Santa Cruz Gamarra nació en Lima el 29 de diciembre de 1911

Fue sucesivamente

compositor de valses criollos;

saxofonista de una orquesta de jazz y música tropical;

clarinetista graduado en el Conservatorio Nacional de Música;

profesor de música, coros y canto escolar.

estudioso y autor de un trabajo de investigación.


Desde joven cultivó la música criolla, en 1935 integró el trío Abancay con Pablo Casas y José Moreno, entonces compuso valses criollos de fina letra e inspirada melodía. A decir del Maestro guitarrista Manuel Fajardo Mora a quien tuve oportunidad de entrevistar en ocasión de preparar mi libro “La Guitarra en el Perú”, “César tocaba lindo, tenía un toque singular de acompañamiento, siempre apoyando al cantante; es decir que hacía un juego de voces como dialogando con el cantante, muy contrapuntístico”.
 

En las décadas de los años 40 y 50 toca el saxo tenor en la orquesta "Swing Maker's Band", una orquesta de jazz y música tropical que co-dirige con Carlos Noya,



Su repertorio llegó a abarcar desde las tradicionales obras de Glenn Miller hasta el novedoso y recién llegado Mambo.

Estudió el clarinete en el Conservatorio Nacional de Música con el profesor Hans Levitus, en 1960 actuó como primer clarinete de la Orquesta Filarmónica de Lima, en su repertorio estaban obras de Wolfgang Amadeus Mozart y de Felix Mendeelsohn.


 

En 1961 al egresar del Conservatorio Nacional de Música se dedica a la docencia como profesor de música y canto escolar, fue docente en el Colegio Nacional Barrios Altos, la Gran Unidad Escolar Pedro A. Labarthe, el Instituto Pedagógico Nacional.


En 1977 publica su libro "El Waltz y el Valse Criollo" que es un estudio sobre la historia del vals en el Perú en el que confluyen su vivo testimonio como compositor criollo, su clara experiencia como músico profesional y su cuidadoso análisis de estudioso con una formación académica. El libro se amplió y reeditó en 1989. 


Cesar Santa Cruz falleció en Lima el 20 de marzo de 1996

 

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Mi soñar

Valse criollo limeño

Letra y música de César Santa Cruz Gamarra, 1947

 

Mirar sin ver, oír, sin sentir nada

Soñar despierto, sin precisar qué...

Vagar flotante en un inmenso océano

De imprecisos recuerdos por nacer.

 

Llevar la mente hacia un punto lejano,

Dejar sus cuitas donde nadie ve.

Y así sentir que se apodera el alma

De algo que estuvo cerca y que no pudo ser.

 

Cual cuentas de un rosario se deslizan las horas

En los dedos de acero de un reloj de pared

Y en la oración del tiempo la luz ya se hizo sombra

Y hay sombra en los recuerdos que sin querer forjé. 

 

Así las vibraciones de suaves campanadas

Aconsejáronme algo un triste atardecer :

Calmar mis ambiciones. Donar, sin pedir nada ...

¡Soñar! Que al fin. . .   un sueño ¿A quién puede ofender?



Familia Santa Cruz 4 Nicomedes

Foto "Chino" Domínguez

Nicomedes Santa Cruz Gamarra nació el 04 de junio de 1925.
Siendo Nicomedes esencialmente poeta, su evolución autodidacta lo condujo
a diversificarse en varias facetas que desarrolló simultáneamente.
A su muerte es posible hablar de un Nicomedes folklorista,
de un Nicomedes actor,
ensayista, promotor cultural y comunicador social como
hombre de radio, de TV.y periodista.
En un inicio Nicomedes fue artesano,
- cerrajero artístico - oficio que mantuvo durante 19 años.
En 1949 cuando tenía 24 años, compuso su primera décima convirtiéndose así
en el último de los decimistas repentistas.
Muy pronto su poesía rebasaría los límites del canto popular,
"dejó de ser el maestro forjador de hierro
para convertirse en forjador de la palabra... (M. Larrú , 1992)".
Pero la décima cantada es hoy una tradición descontinuada ,
algo que ya nadie cultiva.
Por ello Nicomedes debió dejar el canto de desafío.
Al virar hacia otras formas, entró en una etapa de fecunda producción .

Desde 1956 su actividad pública en teatros y radioemisoras
lo torna un personaje de gran popularidad,
que al alto nivel artístico de sus décimas
añade una "orgullosa negritud".


En 1958 al incursionar en temas costumbristas
da un paso hacia la estampa musical.
Un año después con su hermana Victoria funda la compañía "Cumanana".
La acción conjunta de Victoria y Nicomedes en esos días fué decisiva,
tuvo un efecto revitalizador en el languideciénte folklore negro.

"Cumanana" produjo obras de teatro, música y danzas hasta 1961.
Luego Nicomedes se adentraría cada vez más en la investigación documentada
del folklore.
La Bibliografía de su producción literaria se encuentra en el álbum "Socabón".
Su libro "La Décima en el Perú ", I E P. 1982, es un amplio estudio
cuyo contenido de interés cultural y social sobrepasa los límites
de la crónica por la estrofa.
Desde 1982 residió en España trabajando por la divulgación de la música y la cultura
de los pueblos de Iberoamérica .
Nicomedes falleció el 05 de febrero de 1992 en España.
En mayo de 1992 publicamos en la revista cultural Filarmonía el artículo
"Mi tío Nicomedes"
y se irradió en junio de 1992 en conmemoración a su nacimiento.
Concebido como un programa radial de 2 horas de duración para radio Solarmonía dentro de su serie Palco Real, fue leído por el autor del texto, intercalando temas musicales del conjunto Cumanana . Se repuso en febrero de 2002 al cumplirse 10 años de su fallecimiento.

Familia Santa Cruz 3 Rafael

Rafael Santa Cruz Gamarra nació el 03 de julio de 1928 Fue el primero de los hermanos en alcanzar notoriedad a través de su arte. Contra toda predicción familiar fue torero. En marzo de 1947 debutó en la plaza de Acho y tomó la alternativa en 1949. El 27 de julio de 1952 tomo la alternativa de manos de Luis Miguel Dominguín, y con Rafael Ortega de testigo. Desde el principio sus corridas fueron siempre un esperado suceso, actuó en los ruedos de España, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador y Bolivia. Se retiró en 1962. Y aunque luego tuvo ocasiones de incursionar como actor en el cine y el teatro, los momentos culminantes de su popularidad los vivió vistiendo el traje de luces. Los conocedores y buenos aficionados al toro aún hoy recuerdan a aquel torero que fuera conocido como "La Maravilla Negra". Falleció en Lima, el 11 de marzo de 1991. ........................ Y es en los noventa que encontramos en el folkore afroperuano a Rafael y Octavio Santa Cruz Castillo, los dos hijos del diestro, quienes se presentan como "Hermanos Santa Cruz".




Compartimos aquí un video sobre Rafael Santa Cruz, precisamente de las épocas en que se le conocía como "La Maravilla Negra". este video está elaborado en base a una canción en ritmo de festejo que le dedicara allá por los años cuarenta un aficionado a los toros y buen conocedor, el compositor Fernando Soria, y que cantado por el trio "Los Morochucos" fue muy del agrado de la afición. La persona que  agregó imágenes fotográficas también lo subió a youtube como en el año 2016 aproximadamente, es gracias a ello que podemos compartirlo ahora.  
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Esta canción la he compartido más de una vez en mi facebook en el mes de la Afroperuanidad con el siguiente comentario:

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" En la familia Santa Cruz las aficiones fueron varias. Y al margen de las opiniones en pro o en contra de la tauromaquia, lo cual es tema en que no deseo entrar; lo que intento destacar es cómo en su momento, justo a mitad de siglo y antes de que Victoria y Nicomedes iniciaran actividades, don Rafo era un torero de multitudes. He logrado conversar con varias personas, unas no-aficionadas al toro que censuraban que se “arrimaba” tanto que acababa revolcado; otros, sí aficionados que me dijeron… simplemente ¡Genial! Pero todos confirmaron que salió llevado en hombros desde la plaza de Acho… hasta su Hotel, que era el Maury como a unas 12 cuadras en pleno centro de Lima.

El compositor criollo, don Porfirio Vásquez, le dedicó un vals, se lo hemos escuchado cantar a Abelardo Vásquez, también a Rafael y Octavio, los hijos del diestro.



Y el gran aficionado al toro y compositor criollo don Fernando Soria le dedicó el festejo “Negrito Santa Cruz” que lo cantan los morochucos de entonces.

Yo recordaba esa canción grabada en los años 50 en disco de 78, de pronto la encontré en internet sin scratch y graciosamente ilustrada con fotos taurinas, subida evidentemente por un gentil y documentado o conocedor del toro. Compartí de inmediato en mi Facebook donde aún aparece con el url 

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https://www.facebook.com/octavio.santacruzurquieta/videos/538842942907319/ 

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Aquí es donde el comentario es anecdótico para los guitarristas.

 

“…En la canción Negrito Santa Cruz, dedicada al torero peruano Rafael Santa Cruz, más que una cita, ya hay toda una frase, donde, desde la primera guitarra de “Los Morochucos”, luego de presentar lo hispano del toreo con el motivo de la Leyenda de Albéniz, viran muy articulada y graciosamente hacia el afroperuano ritmo del festejo…”


Una faceta poco conocida de este torero espectacular es su vena poética. Cultivó un género poco usual en Lima, las seguidillas. Adjuntamos aquí algunas que fueron incluidas como versos afines en el libro “Escritura y Performance en los Decimistas de Hoy”

Seguidillas

 

Los toros dan cornadas

también fortuna;

hay quien de las dos cosas

no encontró ni una.

Los hay sin suerte,

que hallan en el toreo

solo la muerte.

                R.S.C.

 

 

De tener modernismo

no se le acusa

todo le hizo a los toros

Carlos Arruza.

Se cotizaba,

porque desde el Paseo

ya se arrimaba.

                R.S.C.

 

 

El capote en sus manos

no tiene fallo

se abre como una rosa

en el mes de mayo.

Lienzo y paleta

un pintor es Ordóñez

con la muleta.

                R.S.C.

 

 

Su toreo deleita

por su alegría

tiene ritmo de cante

por bulería.

Desde la cuna

plástico y pinturero

fue Luis Procuna.

                R.S.C.

 

 

Siempre será admirado

el valor que tiene

el diestro Adolfo Rojas

de apodo “El Nene”.

Mucho se arrima,

lo mismo si es en Puno

que si es en Lima.

                R.S.C.

 

Carlos Susoni, ¡madre!

fue un gran torero,

con capote y muleta

como el primero.

Cuando mataba,

siempre se iba derecho

tras de la espada.

                R.S.C.

 

 

Si la afición recuerda

grandes toreros,

“Rafaelillo” se encuentra

entre los primeros.

Y de Sevilla,

no saldrá peón de brega

de su valía.

                R.S.C.

 

 

El último Califa

fue “Manolete”,

su pariente lejano

fue el gran “Pepete”.

Nadie se engaña,

que otro diestro como ese

no tendrá España.

                R.S.C.

 

 

Su destreza en la plaza

no tuvo fin,

para diestro científico

“Dominguín”.

Mucho respeto,

que el maestro en el ruedo

fue muy completo.

                R.S.C.

 

 

Que los diestros del mundo

“den la medida”

es lo que les deseo

en mi despedida.

Y en las tardes de triunfo

y en las de pena

A todos les envío

mi enhorabuena.

 

                Rafael Santa Cruz Gamarra.

 











Familia Santa Cruz 2 Victoria Gamarra R.


Victoria Gamarra Ramírez nació el 23 de diciembre de
era hija del pintor y escenógrafo José Milagros Gamarra, quien a su vez
era hijo del retratista y muralista Demetrio Gamarra.
José Milagros era pintor, escenógrafo y pintaba carteles taurinos,
era además un músico nato, hábil guitarrista acompañante,
bailarín y compositor de zamacuecas.

Según Nicomedes Santa Cruz Gamarra
(ver Álbum Socabón, Discos El Virrey, 1975)
sería a él a quien se refiere Carlos Vega en un ensayo sobre la Zamacueca, pues a fines del siglo XIX Gamarra viajó en jira con una compañía teatral llegando hasta Chile, de donde no retornó.
Tiempo después llegó a Lima la noticia de un incendio
que consumió el teatro
donde estaban actuando.

En los primeros días del siglo XX ,
Doña Victoria Gamarra contrajo matrimonio con el escritor
Nicomedes Santa Cruz Aparicio, convirtiéndose ambos en el punto axial
de donde brotaría toda una generación de artistas.
Sus hijos, los hermanos Santa Cruz Gamarra, se distinguirían en diferentes campos.

Mi vida con los Santa Cruz, 8


En 1964 compartimos varias aventuras gráficas con el "Chino" Domínguez,
esta foto que me tomó es un recuerdo de esos días.

Pero los tiempos cambian
y a mi turno debí dejar ambas cosas -por un tiempo-
para dedicarme por completo a la vida académica.
Estudié Historia en la Escuela de Arte
y mi Tesis de Licenciatura en la Universidad de San Marcos se titula
La Guitarra en el Perú,
ahora que estoy en la etapa de la divulgación de esta obra
me encuentro publicando partituras
-de hecho diseño mis propias carátulas-,
y tocando la guitarra para hacer conocer esta música, que es música peruana.

Octavio Santa Cruz

Mi vida con los Santa Cruz se publico en 1998, en la revista La casa de carton de OXI, N. 14,
pags 77 a 82

Mi vida con los Santa Cruz, 7


Aprendí el Diseño Gráfico
en cuatro años al lado del maestro suizo Werner Stockli.
En los años sesenta, lo que se dice diseñadores nos contábamos con una mano, Pepe Bracamonte, Carlos Gonzáles, Joé de León, Jesús Ruíz Durand
eran un poquito mayores que Victor Escalante y que yo.
Ya he escrito bastante acerca de eso
cuando hablar de Diseño era una labor pionera, sería ocioso repetirlo aquí.

Pero también con mi primer sueldo pude comprar mi primera guitarra,
con igual sencillez cuando tuve que pensar en un maestro
no imaginé otro que el mejor
y con idéntica suerte lo encontré en el Conservatorio Nacional de Música,
el Sr. Juan Brito.
Desde entonces nunca pude escoger entre la guitarra clásica y el diseño gráfico.
Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 6


Con mis primas Victoria y Carmen y sosteniendo - ahora lo sé - una guitarra Panormo de 1838

Me recuerdo en suma, como un niño fuertemente impactado por lo maravilloso,
sobreviviendo en un mundo donde cada día podía traer la novedad de una creación. Visto así ahora no me parece nada raro que acabara dedicándome al arte.
Cuando llegó el momento escogí como carrera el Diseño Gráfico,
impulsado por mi gran modestia no admití como guía a nadie
que no fuera el mejor diseñador que existiera en el Perú,
lo que conseguí gracias a mi buena estrella
y en realidad es la única hazaña de la que me enorgullezco
ya que fue lograda en una época en que hasta el nombre de la profesión
era desconocido.
Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 5


Papapa leía el Post, debía tener suscripción, al principio yo sólo miraba las figuritas.


En la casa vivían Consuelo, Victoria, César; y Nicomedes que entraba y salía.
Rafael siempre estaba de gira taurina. Rosa, Pedro, Octavio y Jorge, vivían, cada uno, aparte. El tío Jorge sí venía todos los días a almorzar, siempre encontraba modo de cantar un rato, su preferencia eran los clásicos - Ghigli, Carusso, Fleta y otros -y comentaba algún detalle del argumento de sus óperas preferidas, lo que no le impedía disfrutar incondicionalmente de Gardel, Magaldi y por que no, Negrete. (Y en cuanto a mi, nuevamente ante esa dicotomía de facto: lo popular y lo culto). El tío Pedro cuando venía me hacía mucho cariño; que ironía, el nunca tuvo un hijo hombre. De la tía Rosa decían que cocinaba increíble, es que había aprendido de la mamama, a la antigua, con secretos y todo eso. Llegue a probar algo de sus manos. Claro está que descontando el cabrito al horno que traía el tío Octavio el 23 de diciembre, santo de mamama. Cuando estuve más grandecito a veces iba a entrenar con el tío Rafo, caminábamos hasta La Legua, después regresábamos hasta la plaza Monumental, luego subíamos escaleras "para hacer piernas" -es increíble la cantidad de escaleras que tiene la plaza de toros por dentro- ; luego toreaba "de salón" con sus amigos de siempre, "Chatillo", Figueroa, "El gitano", "Fotio", "Angelillo", Legarda, así toda la mañana; por supuesto a esas alturas yo nomás miraba. Alguna vez empuñé la carretilla, para hacer de toro, pero no es cosa de juego, al cabo, el torero se prepara para jugarse la vida.

Un día cuando no podía hacer un dibujo le pregunté a la tía Toya si sabía como solucionar eso, era como un sombreado, ella me dijo se hace así, y lo hizo.
Lo hizo tan bien, que me sentí muy mal, hubiera estado muy bonito en mi cuaderno
pero no era mi dibujo. Por otro lado me preguntaba cómo es que a ella no le interesaba producir más de eso. Yo nunca la había visto dibujar así. Poco después la vería hacer cosas mas primorosas, al parecer también sin aprendizaje previo, me refiero a las miniaturas, eran unas figuritas de 10 cm. promedio: damitas, caballeros, músicos, con peinados, vestidos bordados, acabados hasta en sus más mínimos detalles, las hacía en pasta para modelar; llevaría varias semanas cuando Nicomedes le trajo un juego de estecas -que son las herramientas que se usan para modelar- al primer intento comprobamos que ninguna herramienta ofrecía más posibilidades que las propias manos de Victoria.
Ya esa sola veta constituía una opción profesional. Nunca le he preguntado por qué, pero cuando tuvo varios grupos o escenas que ocupaban una mesa, lo dejó. Nunca más modeló. Victoria se dedicaba a la costura, alta costura, también allí recuerdo una aventura en que rebasó los límites: Ya sabemos que Rafael se "arrimaba" demasiado al toro, en una de esas, su traje de luces quedo bastante averiado, era de no mirar, tan complicada factura de lentejuelas, mostacillas, bordados de oro en hilo metálico ... y rasgado... era obra de una especialista y sólo ella podría repararlo, la llamaban La Maestra y por cierto estaba en España; sólo de pensar en el costo de la reparación, el envío, el tiempo... No recuerdo cuantas noches fueron, pero Victoria lo hizo, y perfecto, sin concesiones.
Hasta que un día Victoria ingresó al teatro, sería excesivo detallar en éstas páginas su vertiginosa producción teatral, citaré brevemente que la he visto asumir roles diversos, como escribir las obras y libretos; crear coreografías para grupos numerosos; realizar vestuarios con diseño inclusive; componer música, con voces repartidas y canon; dirigir elencos con actores, danzarines, cantantes, músicos, etc. ...en fin.
Yo estaba chico, entonces simplemente asumía pues que debe haber gente que nace sabiendo, hoy podría intentar explicaciones más sofisticadas pero eso no cambia nada, las cosas fueron así.

Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 4


don Nicomedes Santa Cruz A. , una tarde que recibía la visita de su hermano Lino

En realidad hasta los cuatro años estuve con mis padres al lado de mi abuelo,
él trabajaba en la Hacienda Lobatón, vivíamos allí.
Papapa también era diferente a su modo,
me daba la impresión de estar en una suave espera,
como alguien que tiene aún algo pendiente, por concluir;
de esa época recuerdo una noche, papapa y yo, sentados a la puerta de la casa,
junto al carro de mi papá, la casa estaba a oscuras, había luna llena,
la puerta entreabierta y en la salita, la radio encendida.
Me gustó mucho esa música y le pregunté que era ..."se llama Polonesa, y es de Chopín".

De pronto ocurrió un cambio, yo viviría con los tíos en casa de mamama.
En esa familia de diez hermanos ya no había un hermano chiquito a quien engreír. Rafael, el menor de la casa ya era un joven y empezaba a hacer sensación en los ruedos taurinos.
En esos momentos llegué yo. Ese día vestía un overol azul y llevaba un puñado de coquitos en el bolsillo. Después mi padre se ausentó, desde ese momento pasó a convertirse poco a poco en una figura como de leyenda, por años fue alguien que existe pero no está presente,
al parecer estaba de viaje, yo esperaba que algún día volvería.
Luego supe que era un dirigente político aunque no tenía idea de lo que eso significaba... de alguna manera aprendí a asociar todo eso con una palabra que sólo se pronunciaba en voz baja: aprista.
De mi mamá en cambio, sabía menos;
nadie parecía conocer su rastro y eso no me convencía nada.
Nunca escuche una palabra de reproche hacia mi madre,
pero mencionarla y cambiar de tema eran una sola cosa.
El caso es que mis padres habían decidido su separación.
Al instante siguiente la persecución los llevo por rumbos diferentes.
Y yo me quedé en la casa de la mamama, aunque cada día iba un rato a visitar a papapa.

Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 3


Este paso de un quehacer a otro también se dio en Nicomedes,
aunque reconozcámoslo, en cada caso, siempre acompañado por una personal decisión: Hacerlo lo mejor posible.
Lo recuerdo mostrándonos en casa los planos de rejas, ventanas, escaleras, que habían quedado inconclusas, al reverso juveniles poesías que brotaban incontenibles, y él mismo como sorprendido ante el encanto del hecho creativo.
El joven herrero ya era forjador, y no sólo maestro, sino, el mejor;
recorrió todos los talleres de Lima conociendo maestros veteranos, a ver si alguno
guardaba algún secreto de la forja que él aún no conociera.
Creo que si lo hubiera encontrado se habría sabido.
"Un maestro forjador hace su propio martillo -me dijo- éste es el mío".
Era un martillo de bola, el más grande y pesado que yo haya visto jamás, lo observé de cerca, se notaba hecho, no era de fábrica; traté de levantarlo, no pude...
"Nadie puede" dijo sonriendo. A la luz de las llamas Nicomedes se veía imponente,
a mis 13 años ya podía yo darle a la fragua, el marcaba mi ritmo...
"no tan rápido que se quema ¿quién te apura?... no tan lento que se enfría".
El hierro negro se iba tornando rojo, rojo- naranja... si llega a ponerse blanco se quemará y estará perdido; un día dejó quemar el hierro para que yo lo vea, al pasar el punto,
el hierro sólo, sin que lo toque empezó a botar chispas azules.
Pero cuando estaba a punto, empezaba a forjar.
Otra vez usó los distintos lados del martillo mientras volteaba el fierro
y también uso varios lugares del yunque, todo sin parar, y todo sonaba como un pulso melodioso. Cuando luego comenté eso con la tía Concho ella me explicó de los martinetes,
y de las deblas, y del cante hondo y del "duende".

Nicomedes llegó a poner su propio taller, paralelamente empezaba su vida artística
en teatros y radios. Fue entonces cuando la arquitectura de los 50
empezó a manifestar su preferencia por las líneas rectas; cada vez menos rejas forjadas, empezaba el dominio del perfil, todo era fierro en platinas, ángulo y te.
El poeta no vaciló, un día de la noche a la mañana dejó el taller.
Ahora ya no había excusa, era poeta a tiempo completo.
Continuó cultivando el verso popular que ya le había brindado aplausos y un nombre conocido. Por mucho tiempo trató de ceñirse a la tradición.
Con el mismo empeño con que antes forjó cientos de flores y volutas
hurgó los rastros de la tradición, persiguiéndola hasta sus fuentes. Durante los sesenta
visitó varios pueblos en busca de decimistas viejos que pudieran improvisar,
o que conocieran más cosas sobre las décimas.
Un día al regreso de uno de esos viajes (creo que dijo a Zaña)
me comentó con una sonrisa cansada: ..."mira que llego a un pueblo, y me dicen que más allá vive un decimista viejo que sabe un montón de décimas,
bueno pues, pedí que me llevaran donde él;así que usted es decimista -le dije-,
el hombre estaba medio receloso
porque le habían dicho que uno de Lima había venido a verlo.
Se sintió retado y sin preguntar ni mi nombre me lanzó su mejor décima,
con voz desafiante dijo: "¡a ver, contésteme esta! :
¡Sátiras de negra loca, callejón de un solo caño... etc."
Como sabemos éstos eran unos de los versos que habían llevado a Nicomedes
a la popularidad;
ocurre que el anciano aficionado poseía uno de los pocos radios a transistores en aquella alejada campiña, aprendía décimas del radio y fungía de recitador,
lo que para sus vecinos ya era ser decimista.
Afortunadamente otras pesquisas fueron más productivas
y en los 80 Nicomedes vio publicada su antología "La Décima en el Perú", Lima: IEP, 1982, leyéndola resulta claro que en su desarrollo Nicomedes no solo saco a su décima de sus cauces criollos, él mismo dió el paso que lo llevó del ámbito del verso popular al de la investigación, proceso que a mi criterio logró asimilar sin mayor afectación; cuando partió de Lima en 1982 ya su biblio-discoteca ocupaba varias paredes de la casa.

Nicomedes terminando una reja de hierro forjado en su taller
Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 2



Cesar Santa Cruz tocando el clarinete;

…al decir de los entendidos, su sonido era bello, inconfundible
Esto es algo que Nicomedes jamás le perdonó... "César, - me dijo-
es poeta. Mira sus valses, letra y música: César era poeta cuando yo no pensaba nacer.
¿Te das cuenta lo que es eso? ¿Todo lo que podía haber hecho?".
Entonces era 1960, Nicomedes estaba en pleno ascenso hacia la popularidad
y yo empezaba mi carrera como Diseñador Gráfico,
ninguno de los dos podía imaginar que aún la vida le daría a don César
una oportunidad muy interesante, pues 20 años después, ya en las últimas décadas de su vida César Santa Cruz escribió "El Waltz y el Valse Criollo",
libro donde por primera vez se trata el vals peruano en su aspecto musical
(ya que hasta entonces solo se había comentado las letras)
y que solo podría haber sido escrito por quien como él era capaz de recoger
como portador sus vivencias de la Lima criolla de los años 20,
a la vez que captar algunas melodías antiguas, sin descuidar el contexto,
para luego realizar un análisis cuidadoso como educador y músico culto.
Otra manera de decir esto es que la serpiente se muerde la cola,
porque César que empezó como creador popular, realizó a lo largo de toda su vida
un tránsito hacia la vida académica para finalmente retornar a su vivencia inicial
pero ésta vez desde la perspectiva del investigador.
César Santa Cruz fue sucesivamente
integrante de un conjunto criollo, compositor de valses, músico de orquesta de jazz, instrumentista de clarinete egresado del Conservatorio, profesor de música a nivel superior y finalmente autor de un trabajo de investigación.
Debo destacar sin embargo que este cambio de actividades no pareció ser resultado
de la indecisión, sino todo lo contrario.

Octavio…

Mi vida con los Santa Cruz, 1


con mis tíos Rafael y Victoria y con mamama.

Si para cualquier niño
las experiencias de infancia son decisivas en su desarrollo futuro,
entonces, definitivamente lo que hoy soy y lo que hago
ha de estar fuertemente signado
por lo que en mis primeros años ocurrió.
Ahora bien, ¿por que hablar públicamente de mi vida al lado de los Santa Cruz?
Muy simple, porque fue una experiencia singular y por ser personal
no hay nadie más en el mundo que pueda hablar de ella
y porque conforme pasa el tiempo
más entiendo que los Santa Cruz (fundamentalmente los Santa Cruz Gamarra)
constituyen un fenómeno cultural destacable en el Perú.
¿Cómo hacerlo? Eso si es todo un trabajo
pues exige un esfuerzo voluntario de análisis y reflexión,
tan difícil como que implica el intento de desapegarse un poco
y evaluar desde cierta distancia aquello que ha crecido con uno de manera natural.
Y era con naturalidad que muchas cosas sorprendentes se hacían en casa,
aunque lo más interesante es cómo se hacían.
Por ejemplo, veía con frecuencia
a mi tío César practicando durante horas unos pasajes difíciles en clarinete
-un concierto de Mozart, según dijo-,
yo no entendía todo ese esfuerzo,
sobre todo si la noche anterior había llegado de madrugada
porque estuvo tocando saxofón con su orquesta de jazz, la Swing Maker's Band;
esto era frecuente. Yo ya no sabía que hacer de tantas escalas,
un día le pregunté si no se aburría de tocar.
"-¿Y tu no te cansas de dibujar?" me contestó.
No dijo más, pero de alguna manera como que tuve que hacer un esfuerzo
para ponerme en su lugar y entender. Años después
le escuché el concierto completo, esta vez al lado de la Orquesta Filarmónica de Lima,
la pureza de su sonido y su bello timbre son algo para no olvidar.
Este señor serio de terno y sombrero no parecía el tipo de músico que canta valses,
rasca su guitarra y jaranea, y de hecho no lo era.
Tuve una curiosidad cuando sopesé que había compuesto algunos valses...
"Eso fue hace mucho tiempo -me dijo- cosas de la juventud, sentí la necesidad de componer y compuse, ahora también puedo componer, pero no es necesario".
Y de seguro era así porque no compuso más valses.

Octavio…

Victoria Santa Cruz 11, Ritmo, El Eterno Organizador




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El 13 de enero de 2005
se presentó
el libro de Victoria Santa Cruz G.
RITMO, El Eterno Organizador
publicado por PETROPERÚ.
La edición es bilingüe - Español e Inglés y trae notas de presentación a cargo de
Nelson Manrique, Edgar Valcárcel, Jorge Chiarella y Octavio Santa Cruz.


Adjuntamos aquí nuestra nota preliminar :

Para referirnos con propiedad al libro RITMO, El Eterno Organizador, que ahora aparece,
considero adecuado remitirnos a sus antecedentes.
Hace más de cuatro décadas que el folklore afroperuano abandonando una marcada trayectoria decreciente, realizó un diametral viraje hacia la época de efervescente divulgación que aún vivimos. Muchas expresiones culturales del negro y su mestizaje, florecidas a fines del Virreinato y comienzos de la República, se hallaban a mitad del siglo XX en el momento crítico de un proceso de agostamiento.
El haber liberado a algunos aspectos de nuestra música y danza tradicionales de esa ruta hacia la disolución ha sido posible gracias a la dedicación, desde los años sesenta, de varios grupos de artistas profesionales. Y la responsabilidad de haber liderado sus acciones la compartieron en un inicio los hermanos Victoria y Nicomedes Santa Cruz .
La restitución de danzas perdidas como el Landó,
el renacer de pasos y coreografías casi extinguidos como en la reformulación del Festejo,
la Zamacueca y el Ingá, entre otras, no son sólo un logro personal de Victoria.
Hoy estos aportes son materia para los estudiosos del arte, y desde una perspectiva histórica
- más allá de colaterales distorsiones comerciales -
las manifestaciones de una mayoría de negros
y mestizos de negro que hoy canta , baila y se expresa nuevamente,
son un saldo más que positivo.
Después de pasear exitosamente por el mundo las danzas de nuestra Costa, Sierra y ceja de Selva dirigiendo el Conjunto Nacional de Folklore en los años setenta, Victoria se dedicó a tiempo completo a la docencia, así fue como el Descubrimiento y Desarrollo del Ritmo Interior se dio a conocer desde 1982 en la Universidad de Carnegie Mellon.
Faltando las últimas dos décadas de los escenarios nacionales, no es de extrañar pues, que para las generaciones actuales, el nombre de Victoria Santa Cruz sea en el mejor de los casos una leyenda.

En este contexto aparece ahora la última producción de Victoria, esta vez no entre marquesinas y candilejas, sino desde la austeridad de la palabra.
Para quienes conocieron su obra, para quienes aún hoy le reclaman nuevos logros artísticos, la aparición de éste libro puede ser gratificante. RITMO, El Eterno Organizador, es un texto que devela el pensamiento de Victoria Santa Cruz hasta donde le es posible a la palabra escrita. Para quienes trabajaron directamente bajo su dirección, cada comentario, cada reflexión, podrá recordarles que en la danza, el canto y el arte, nada es gratuito. Quienes hayan recibido indirectamente la influencia dancística de Victoria, tal vez puedan saber ahora qué es lo que han estado haciendo todo este tiempo y encuentren aquí el pertinente correlato.
RITMO, El Eterno Organizador, es la expresión conceptual de la autora, a cuya luz no sólo se resemantiza el devenir de su propia obra, sino que se delinean sus actividades actuales.
Bajo los principios de “Salud, Equilibrio, Ritmo” Victoria proyecta su planteamiento a diversas esferas del quehacer humano. Por ello es significativo que la aparición de este texto esté acompañada por opiniones de destacados representantes de la vida cultural de nuestro país. Agradecemos los acuciosos comentarios del historiador Nelson Manrique, las vívidas referencias a la música del compositor Edgar Valcárcel y las citas destacando confrontación y apertura del director de teatro Jorge Chiarella.
Agradecemos asimismo a la profesora norteamericana Susan Polansky,
miembro de la Facultad de Lenguas Modernas de la Universidad de Carnegie Mellon,
por su cuidada traducción al inglés
que hace posible esta edición.
Finalmente agradecemos a PETROPERÚ, por su apoyo, que constituye un inmejorable marco
para esta publicación.
Mag. Octavio Santa Cruz U.
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Desde junio de 2019, merced a un acuerdo previo, se puede acceder libremente a esta publicación de Ediciones COPÉ, que se encuentra alojada en el repositorio digital de la Universidad Carnegie Mellon.
Gracias  

Victoria Santa Cruz 10, “Las Lavanderas”


Teresa Palomino y Lucila Campos estrenando Las Lavanderas

Estampa musical, Letra y Música de Victoria Santa Cruz
Estrenada en Lima, 1967 por V. S. C y su compañía Teatro y Danzas Negros del Perú
B: Misia Brígida
R: Misia Rosa
C: coro
V: vecino
Otro: otro vecino
Otra: otra vecina.
Ritmo : cajón ; escobillas 1 reforzadas por voces ; escobillas 2 reforzadas por voces
Acompañamiento: guitarra en tiempo de panalivio ( similar a la habanera)
La escena registra una discusión entre dos vecinas que viven en un callejón de Lima a principios del siglo XX. Se inicia a oscuras, escuchándose solo el pulso de las escobillas de varias mujeres que lavan en sus bateas. El diálogo es muy rítmico y la acción va incorporando las voces de los demás vecinos en varios planos, de lo cual resulta que el texto por momentos es como una trama de varias voces superpuestas. Si bien en el documento sonoro que fue grabado posteriormente y que ahora existe en el mercado en versión audio digital las voces se distinguen repartidas, en vista de que esta estampa por su dinámica escénica es preferida como ejercicio para estudiantes, consignamos aquí los textos, para que así sean mejor entendidas todas las palabras.

Telón.
Ritmo de cajón (bis), mientras ingresa a escena Misia Brígida

inicia Escobillas 1 ( y voces) CU CHÁ, CU CHÁ , CU CHÁ, CU CHÁ, CU CHÁ, (bis)

continúa esc 1 CU CHÁ, CU CHÁ , CU CHÁ, CU CHÁ, CU CHÁ, (bis)
esc 2 - - chá, chá , cha cha cu cha cuu (bis)

Misia Brígita porta su canasta con ropa húmeda, se dispone a tenderla en un cordel, cuando el vecino:

v. ¡Misia Brígida!
B. ¿Si?
v. ¡Ese cordel vacío mejor no lo toque!
B. ¿Por qué?
v. Porque no quiero líos
B. ¿Con quién?
v. Con usté’ y Misia Rosa
B. ¡Hágame usté’ el favor de guardarse su lengua... ¡
v. ¿En donde?
B. ¡Ese es asunto suyo!
Coro ¡Qué lisa!
v. ¡Se da cuenta vecina!
Coro ¡Qué lisa!
Otro Esa negra es muy lisa
v. ¡El cordel que esta ahí Misia Rosa lo puso!
B. ¿Desde cuando?
v. ¡Desde que ella lo compró!
B. ¿Y el que había?
Otra Ese ya se mogoseó
Otro El cordel que allí había hace ya una semana expiró
v. Misia Rosa uno nuevo compró
B. Pues le va usté’ a decir a la Rosa, que en verdad ella es muy bondadosa
v. Ahora va a ver usté la que aquí se va a armar
Otra Yo me quiero mudar
Otro Yo también
v. En este callejón ya no se puede estar

Coro En este callejón ya no se puede estar
v. En este callejón ya no se puede vivir


Coro Yo me quiero y me quiero mudar
Otra Yo también
Coro De noche la jarana, de día pleito y vaina Yo prontito me quiero mudar
Otro Yo también
Coro En este callejón ya no se puede estar, Yo me quiero y me quiero mudar
Otra Yo también
Coro De noche la jaran...
Otro Yo tamb...
B. ¿Ustedes tienen otro cordel que ofrecerme?
( silencio)
B. ¿Entonces...?
(De todas maneras tiende la ropa . Y se queda haciendo una contraescena en voz baja: “¡Que buena vaina! ni que fuera la dueña del cordel, uno no puede ni tender su ropa... “
La guitarra llama en 2/4, toque de panalivio, come habanera, piu mosso.

Otra ¡Ahí viene Misia Rosa!

Cantando
R. ¿Quién ha sido la negra que usó mi alambre?
B. La negra que busca ‘tá detrás de usté
R. Ten cuidao’ que yo tengo muy malas pulgas
B. Igual son las mías, no me asusto pues
R. Negra sucia
B. Negra idiota
R. Ahorita va usté a ver
B. ‘Toy curiosa por saber...

A tempo di festejo (6/8) Que es lo que usté’ me va a hacer

R. Se lo juro por mi madre que hoy mato a esta negra
B. Vamos a ver, vamos a ver
R. Como una triste gallina carioca te dejaré
B. Vamos a ver, vamos a ver
R. Voy a romperte la ñata de un solo puñete, fuerte, fuerte, fuerte te daré.
B. Perra que ladra no muerde, negra bochinchera, pega, pega, pega y vas a ver
R. Cállese, cállese
B. Cállese, cállese, calle de una vez, calle de una vez, calle de una vez.
El Cálmense, cálmense, cálmense, cálmense
R. No me friegue usté, no me friegue usté, no me friegue usté.

El coro solo, repite, variando cada vez la melodía :
c) Que pleito se ha formao’ dejen de discutir. No se disputen más que el guardia va a venir

c) Que pleito se ha formao’ dejen de discutir. No se disputen más Que el guardia va a venir

c) No se disputen más Que el guardia va a venir. No se disputen más Que el guardia va a venir

No se disputen más Que el guardia va a venir

c) No se disputen más Que el guardia va a venir (bis, queda como base rítmica mientras la solista R inspira)
R) Voy a romperte la ñata de un solo puñete, fuerte, fuerte, fuerte te daré.


c) No se disputen más Que el guardia va a venir (bis, queda como base rítmica mientras la solista R inspira)
R) Voy a romperte la ñata de un solo puñete, fuerte, fuerte, fuerte te daré.
v) Cállese, cállese, cállese, cállese, calle de una vez, calle de una vez, calle de una vez.


c) No se disputen más Que el guardia va a venir ( bis, coro variando melodías)


c) No se disputen más Que el guardia va a venir (bis, queda como base rítmica mientras la solista R inspira)
R) Y usté’ que tanto me agarra con su mano negra, suelte, suelte, suelte de una vez
v) No se disputen vecinas por una tontera, haga el favor, haga el favor


c) No se disputen más Que el guardia va a venir (bis, queda como base rítmica mientras la solista R inspira)
R) Voy a romperte la ñata de un solo puñete, fuerte, fuerte, fuerte te daré.
v)Haga el favor de callarse la boca , haga el favor, haga el favor, haga el favor .


c) No se disputen más Que el guardia va a venir ( bis, coro variando melodías). Fine

El forcejeo termina, Doña Rosa ha logrado sentar a Doña Brígida en una batea con jaboncillo.

Coda (Tiempo de panalivio, a capella)
R. Que no vuelva yo a ver ocupao’ mi alambre
B. Disculpe vecina, lo respetaré
R. Haces bien porque tengo muy malas pulgas
B. Disculpe vecina, lo respetaré
Coro Vecinita, no se enfade
R. Se convencen quién soy yo
Coro La reina del callejón
B. Y la reina del trompón
Coro Así es
B. Así es
Coro Así es
Coro Así es

Telón.

Victoria Santa Cruz 9, "A la Marinera Limeña"


A la Marinera Limeña, Monólogo rítmico de Victoria Santa Cruz Gamarra.
Así mismo su monólogo "A la Marinera Limeña" ficcionaliza una estrategia lúdica que propone penetrar la forma al parecer críptica de esta danza tradicional, cuyo sentido sería cada más inasible para las jóvenes generaciones, las mismas que paradójicamente intentan velar por la conservación de esta joya de nuestro folklore.
"A la Marinera Limeña" se ha presentado desde los años 80 en la voz de su autora, con el acompañamiento musical de una guitarra y la percusión de un cajón de madera. En recitales de cierta duración funcionaba como una estampa de presentación a la cual le sucedía el canto de una Marinera, eventualmente con una demostración del baile por una pareja de bailarines.

A la Marinera Limeña

A veces suceden cosas
tan raras, tan especiales
que no me atrevo a contar,
no por temor a la mofa
sino para que no digan:
“Victoria se ha vuelto loca”.
Pero el deseo insistente
de la comunicación
me impulsa, me acicatea
y cedo.
Ya hablando estoy...

Caminaba, pensativa,
fija en mi mente una idea,
cuando al doblar una esquina
divisé a La Marinera.
Me detuve sorprendida
¿La Marinera? ¿No es broma?
¿La Marinera Limeña? ...
¡La Marinera en persona!

Pasó muy cerquita a mí
rozando casi mi cuerpo ;
caminaba presurosa,
hermosa, graciosa, altiva.
Tan rápido se alejaba,
tan segura iba de sí
que sin pensarlo dos veces
sobre mis pasos volví :
¡Marinera! ¡Marinera! ¡Marinera!…
No volteó.
Ni hubo en ella el menor gesto
que indicara que me oyó.

-Que extraño ¿Qué le pasó?
¿Qué fue lo que sucedió?
Ella tan sensible y franca ...
¿No le ha gustado mi voz?

“¡A usté’ también se la hizo!
¡Tampoco le contestó!”
-Me dijo un guapo moreno
que observaba mi estupor.

Ya ve usted, ni me ha mirado.
-Ella es así
¿Por qué pues?
¿Se le han subido los humos
porque reina y señora es ...? No creo,
será tal vez
que el nombre no le ha gustado,
porque lo de “Marinera” fue posterior...

-¡Eso no e’!
Hace apenas unos días
lo mismo a mi me ocurrió
y apelé a su antiguo nombre:
¡Zamacueca!
No voltió.

¿No le hizo caso?

-Ni caso

¿No le gustó?

-Que se yo,
lo cierto e’ que sin mirarme
al lado mío pasó.
Y llevo algunas semanas
enquistao’ en esta esquina
esperando que se rompa
esta imaginaria inquina...

¿Qué va usted a hacer?

-¡Sabe Dio’!
pero tengo una esperanza
porque ahora somos dos.
Ya recurrí a varias tretas,
ninguna fruto me dio,
tócale a ‘uté el turno amiga,
hurge en su imaginación.
¿Quéhay que hacé’ para que escuche,
se detenga, nos responda...?
¿Si está a disgusto con su obra?
¿Si siente sati’fación?

¿Eso va usted a preguntarle?

¿Y ‘uté?

Pues eso yo no.
A mi me importa saber el lugar donde nació

-¡Eso es fácil!

¿De dónde es?

-Dicen que de España

¿Ah sí?

-¿No está de acuerdo?

¡Pues no!

-¿Africana entonce’?

¡No!

¿Entonce’?

¡Entonces qué!
¿Soy acaso una adivina
que misterios develara?
En todo caso de bruja
no tengo más que la cara...
¿Que somos dos...? Aceptado.
Que una idea ha de brotar.
Dígame ... ¿De la guitarra
las cuerdas hace trinar?
¡Perfecto! ¿Dónde aprendió?
¿Por tradición? ¡Reperfecto!
¡Mañana a esta misma hora
la esperamos! ¿Si?

-¡De acuerdo!

Y al otro día, en la esquina,
no vino solo, eran dos :
su hermano -gran cajonero
y él -amo del bordón .

( la guitarra bordonea una "llamada" de marinera, se le une el ritmo del cajón, ambos seguirán como fondo o melopea )

Y ocurrió lo inesperado,
el milagro, ¡Apareció!
Cautivando con su gesto,
hipnotizando, bailó...
Olvidamos las preguntas
ingenuamente planteadas,
la vida de ella emanaba
como diciendo:

¡Que importa!

¿Qué cosa puede importar
el lugar donde nací
a quien vibra y vive en mí?

No respondo a ningún nombre
Bailo en tierra o en tapiz.
Para vivir falta no hacen
pergaminos, flor de lis.

( la música acelera y se mantiene en tiempo de resbalosa hasta el final; el texto prosigue casi sin pausas... )

Mientras existan guitarras,
dedos que sepan tañer,
percusionistas con fibra,
voces rajadas, con fe,
yo estaré presente, viva;
pues la danza es eso.
¡Eso es!
Eso que no se remeda,
que no se cuenta “un, dos, tres...”
¡Es orgánica, sentida,
brota del alma, del ser.

¿Quieren conocer mi origen,
de dónde realmente soy?
¡Pues de aquel que vibra y siente!

¡Víveme y a ti me doy!

V. S. C., 1979

Victoria Santa Cruz 8, “ Me gritaron negra”





https://www.youtube.com/watch?v=OfTjZOzAvSg&t=22s

domingo, 23 de octubre de 2011

Victoria Santa Cruz 7, Adiós al Perú


Teatro Municipal - 11 de octubre, 1982 - 8 pm.


I PARTE
Estampas de Pancho Fierro / Música y danzas costeñas (fragmentos):
Landó, Zamacueca, Ya yo tá cansá, Son de los diablos, Danza de las negritas
(del ballet "La muñeca negra", V.S.C. ), Homenaje a Fray Martin de Porres /
Cecilia Barraza (invitada) / Soy Victoria Santa Cruz (décima cantada acompañada al socabón por Vicente Vásquez)
II PARTE
Shapish-Junín / Grupo orquestal del C N F / Alcatraz- Lima / Imillani - Puno / Danza de las tijeras - Ayacucho / Chonguinada - Junín / Grupo orquestal / Solo de wackra - Junín / Q’anchi - Cuzco / Grupo orquestal Wayna achura - Cuzco / Zamba - landó- Lima / Huaylars - Junín.
III PARTE
Me gritaron ¡Negra! / Clase de música en un pueblo joven / A ritmo de cajón / Marinera limeña. FINAL.

Victoria Santa Cruz agradece a intelectuales, periodistas y a todos los amigos que han apoyado en este "Adios al Perú", asimismo la participación de la exquisita artista Cecilia Barraza y del incomparable Don Vicente Vásquez Díaz, a los integrantes del Conjunto Nacional de Folklore-órgano del Instituto Nacional de Cultura, Srs.: Oswaldo Romero Gallegos - Asistente de la Dirección del CNF / Mencio Sovero Llacza - Director de orquesta / Alberto Chara Arriaga - Asesor de danzas Cuzco / Andrés Vizcarra Martínez - asesor musical / Cecibell Cáceres Salinas - Asesora de expresión corporal / Ricardo Flores Canturín - Asesor Administrativo / Carmen Herrera Alvarez – secretaria
ELENCO - Bailarines:
Rubén Aragón Salas, Eugenio Gonzáles Farfán, Juana Patiño, Esperanza Ramírez Legario, Flavia Chevez de la Cruz, Norma Hencke Rivadeneyra, Julia García Martínez, Maritza Guzmán Meza, Luis Guzmán Delgado, Domingo Iriarte Nieto, Nelly Flores Canturín, Rosa Prada Rojas, Bladimiro Santana Galván, Crisólogo Tenorio Quispe, Juan Garrido Coronado, Julio Palacios Suárez, Francisco Palacios de la Cruz, Mirtha Romero Bejarano, Pedro Vivanco Méndez, Fernando Chevez Farfán, José Gutiérrez Espinoza, Zacarías Chiara Gonzáles, Carmen Watson Barrera, Martha Chipana Cárdenas, Luz Pozú Ayaucán, María Ruíz Canales, Nemesio Amaro Loayza, Tadeo Pumacahua Paucar, Gerardo Chiara Gonzales, Pedro Luyo Chacón, Luis Oré Mendoza, Carolina Quezada Angulo, Martín Quintana Palacios, Marcelina Legario Barrera, Manuela Mack Farfán, Henry Romero Bejarano, Jorge Velásquez Castillo, Juana Chara Rojas, María de la Cruz Oré, David Alvarez Palacios, José Mayta Ochoa, Petronila Hernández Legario,Carlos Chévez F.
Músicos:
Esteban Palacios Fierro, Pedro Cansaya Bolaños, Lázaro Villacorta Luyo, Víctor Aragón Llave, Nicolás Caro Romero, Narciso Garibay Ccencho, Abelardo Cotera Astuñaupa, Valentín Chiara Gonzales, Atilio Moreno Amaro, Celio Arbieto Aiquipa, Juan Quiñónez Mamani, Emeberto Martínez Valladares, Luis Anglas Espinoza, Paulino Camarena Romero, Oswaldo Vásquez Diaz. Conservadora de Vestuario: Gladys Quezada Carbajal. Asistente de Vestuario: Josefa Ccopa Gamarra. Escenografía - Arturo Villacorta / Luces - Daniel Elías, Manuel Eizaguirre /
Sonido - Andrés Silva / Afiche y Programa - Octavio Santa Cruz.

Victoria Santa Cruz 6, y las Danzas rescatadas


En los últimos años nuestro folklore ha recuperado sus danzas costeñas de raíz africana, que algunos consideraban irremisiblemente perdidas, o distorsionadas como el Alcatraz.
Cuando se investiga el folklore peruano encontramos que en determinada etapa de nuestra historia los esclavos negros constituían la principal fuerza de trabajo en las haciendas del litoral. Es, pues, comprensible que gran parte del folklore costeño presente raíces africanas.
Puede afirmarse —sin exagerar— que desde 1959 toda manifestación del llamado "folklore afro-peruano" está influenciada, directa o indirectamente, por el trabajo de investigación y re-creación que lleva a cabo Victoria Santa Cruz.
Un ejemplo de ello es el landó, origen de casi todas las danzas de raíz africana en la América Latina. Al folklorizarse el landó en el Perú devino en zambalandó y posteriormente en Zamacueca.
La reconstrucción del desaparecido landó es uno de los más importantes aportes coreográficos y rítmicos de la Directora del Conjunto Nacional de Folklore.
Otro ejemplo valioso de danza rescatada y re-creada es-la zamacueca, que se presentó por primera vez en Acho en 1968. Antes de esa fecha los diferentes grupos, por carecer de investigadores-coreógrafos, bailaban una especie de festejo al que agregaban el ingrediente de los dos pañuelos. En un intento de reproducir atuendos según grabados de época llegaron al absurdo de confeccionar el vestido de la mujer en forma de globo de la cintura a las caderas. En realidad lo que se representaba era, simplemente, un traje de época con un pañuelo atado a la altura de las caderas.
El folklore costeño de influencia africana ha ganado en sitio importante dentro y fuera del país, gracias al trabajo de investigación, re-creación y realización de la Directora del C N F, y ha propiciado el reencuentro del elemento negro peruano con sus raíces rítmicas ancestrales. Tal recuperación ha enriquecido el acervo cultural del país precisamente en un momento en que naciones hermanas coinciden en el esfuerzo para hacer conocer la belleza e importancia folklórica latinoamericana.

Victoria Santa Cruz 5, y el Conjunto Nacional de Folklore


En Febrero de 1973, como una de las acciones iniciales de su gestión,
la Doctora Martha Hildebrandt, Directora del Instituto Nacional de Cultura
fundó el Conjunto Nacional de Folklore, órgano de ejecución destinado a difundir
en el más alto nivel las diversas y genuinas expresiones de nuestra música y danzas.
Victoria fue nombrada directora , cargo que mantuvo hasta 1982,
fecha de su renuncia,
y de la disolución del conjunto .

Presentaciones del Conjunto Nacional de Folklore :
En el Perú:
Cajamarca, Tumbes, Piura, Talara, La Libertad- Trujillo, Ancash-Chimbote, Lima-Huacho-Huaral, Ayacucho, Ica, Pisco, Marcona, Arequipa, Moquegua, Tacna, Ilo, Loreto-Iquitos, Junín- San Ramón, La Merced, Tarma, Huancayo.
En el extranjero:
BÉLGICA- Bruxelles; BRASIL- Rio de Janeiro, Brasilia, Sao Paulo, Recife, Fortaleza; CANADA- Toronto, Otawa, Quebec, Montreal; COLOMBIA; CHILE- Santiago de Chile; ECUADOR- Ambato, Guayaquil, Imbabura, Otavalo, Loja; ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA- New York, Washington, Chicago, Akron, Miami; FRANCIA- París, Lorient, Amiens, Chalons, Le Creusot, Dijon, Sochaux, Chambery, Annecy, Reasancon, Mulhouse, Privas, Vanes, Brest, Fecamp, Nevers, Blois, Thionville, St. Etienne, Rouen, Bordeaux; MEXICO; NICARAGUA- Managua; PANAMA; PRINCIPADO DE MONACO- Monte Carlo; SAN SALVADOR ; SUIZA- Geneve, Lausanne; VENEZUELA- Barquisimeto, San Cristobal de Táchira.

Acerca del Conjunto Nacional de Folklore
La fuerte —aunque no integrada— personalidad cultural de nuestro país se explica por la existencia de diversas e importantes culturas pre-colombinas en nuestro territorio.
A los elementos culturales autóctonos se agregaron, en los tres siglos de conquista y virreinato, elementos culturales hispánicos y africanos. De esta yuxtaposición o simbiosis resulta la actual riqueza y diversidad de nuestro folklore.
Paralelamente a las manifestaciones populares propias del quehacer cotidiano subsisten expresiones culturales que testimonian un conocimiento y profundidad de espíritu inimaginables.
Dentro de los movimientos que dan nacimiento a la coreografía de líneas y pasos -movimientos que, para los ojos del profano, son unas veces bellos, otras monótonos, otras obscenos- se esconde todo un lenguaje a través del cual se puede inducir, claramente, el momento actual del proceso de evolución del pueblo que practica esa coreografía.
Ello permite, asimismo, afirmar que existen en estas manifestaciones dos marcados niveles. Distinguir uno de otro requiere, sin embargo, un estudio y conocimiento del Gran Organizador: EL RITMO, del cual son expresiones el movimiento, el desplazamiento y la coreografía.
La danza folklórica en nuestro país empieza a perder el cordón umbilical que la une a las raíces profundas de nuestras diversas culturas: por desconocimiento del contenido se distorsiona muchas veces la forma correspondiente.
Consciente del valor que este legado representa, el CNF enfoca y cumple su labor cuestionando premisas y técnicas establecidas, rompiendo con teorías no aplicables a nuestra realidad y aplicando técnicas que nos permitan llegar a un reencuentro con nuestro ancestro y a una revaloración de nuestra esencia cultural.
El éxito del CNF a nivel local e internacional reside en el cuidado con que se ha aplicado este conocimiento desde sus inicios en 1973. Las diversas y complejas necesidades y ambiciones que indujeron a algunos a formar parte del CNF, limitaron en algo la orientación aludida, pero, haciendo un balance general, se puede comprobar la cosecha de muy buenos frutos. El CNF está considerado como uno de los mejores elencos nacionales a nivel mundial, en el Perú es uno de los primeros.
Por la cuidadosa formación profesional que reciben los integrantes del elenco del CNF, las experiencias de orden individual y grupal que adquieren son muy especiales; así, la organización de los movimientos dancisticos se logra en función de las particularidades de la frase musical y no recurriendo únicamente al conteo de pasos y movimientos.
Otro factor digno de mención es que, cuando se está elaborando una danza tradicional en la que los bailarines ejecutan simultáneamente un instrumento musical, los integrantes del CNF —por razones obvias— están obligados a aprender la técnica y ejecución del instrumento. Al tañer el instrumento y no mimar la interpretación musical mientras se baila, se obtiene un acondicionamiento que favorece una mejor y más equilibrada respiración, base de todo proceso evolutivo. Las danzas Carnaval de Icho, Imillani y Carnaval de Canas, entre otras, son pruebas de lo señalado, lo que supone, por lo demás, la seriedad y el respeto a la cultura y el trabajo que realiza el CNF.